1. Todos los involucrados en el desarrollo y la gestión del agua
En primer lugar, todos y todas tenemos que:
- Demostrar la diferencia que marca el enfoque de género en la gestión del agua en la agricultura, al incrementar la eficiencia, el impacto visible y la sostenibilidad de las intervenciones.
- Documentar los cursos de acción tomados para superar las dificultades y restricciones.
- Generar conciencia y socializar las experiencias y las lecciones aprendidas.
2. Los ejecutores/as de proyectos de campo
Los ejecutores/as de proyectos en el sector de agua en la agricultura deben mínimamente:
- Efectuar un análisis social exhaustivo en todos los casos, el mismo que debe incluir:
- un análisis de interesados: quién participa o es impactado, quién hace qué
- un análisis de las organizaciones de cooperación: formas y estrategias de acceder a recursos tanto formal como informalmente
- un análisis de los usuarios/as del agua: quiénes son los usuarios/as (no solamente para fines agrícolas, sino también domésticos y otros usos); cuánta agua obtienen y cómo; qué agua usan (superficial, subterránea, salina, aguas residuales); cuáles son las esferas de influencia.
- Recolectar y hacer uso de datos desglosados por género y diversidad en el diseño, la ejecución y el seguimiento de los proyectos de agua en la agricultura.
- Involucrar a todos los grupos de interesados locales – hombres y mujeres de diferentes franjas etarias y clases sociales, por medio de un proceso de diálogo facilitado desde el inicio.
- Involucrar a especialistas en temas sociales y/o de género en los proyectos y programas desde la etapa de diseño.
- Intercambiar experticia y conocimiento entre ejecutores/as de proyectos y proporcionar retroalimentación a académicos/a y diseñadores/as de políticas acerca de los temas de género y los esfuerzos de transversalización.
- Realizar acciones de cabildeo a niveles políticos altos, a fin de propiciar el entorno adecuado para cambios sociales favorables a la equidad.
Para poder hacerlo, necesitan:
- Herramientas prácticas para realizar análisis sociales exhaustivos.
- Acceso a información sobre derechos y responsabilidades para las mujeres y los hombres en relación con los recursos naturales.
- Capacitación esencial en ciencias sociales, incluyendo destrezas de facilitación y metodologías y terminología apropiadas para ser aplicadas (adaptadas a los contextos locales).
- Evidencia documentada del impacto de la transversalización del enfoque de género en la eficiencia.
- Apoyo financiero, institucional y legal de quienes diseñan las políticas para transversalizar el enfoque de género.
3. Los diseñadores/as de políticas (y las instituciones financieras)
Quienes diseñan las políticas deben mínimamente:
- Evitar en todos los casos la neutralidad de género en las políticas, leyes y presupuestos, explicitando el impacto y los beneficios para, así como los derechos y las responsabilidades de, los hombres, las mujeres y otros grupos socioeconómicos.
- Sustentar sus políticas en análisis sociales exhaustivos, que incluyan información desglosada por sexo y análisis del impacto de género, a través de un proceso de diálogo y manteniendo la capacidad para emprender acciones correctivas.
- Reflejar la diversidad social en las políticas, leyes, acuerdos financieros y arreglos institucionales referidos al desarrollo y la gestión del agua en la agricultura.
- Capitalizar los estudios y casos existentes y aprovechar la experticia a nivel local.
- Facilitar esfuerzos de equidad y transversalización del enfoque de género mediante la concesión de apoyo financiero.
- Estimular el aprendizaje y el intercambio institucionalizados entre los ejecutores/as de proyectos, los académicos/as y los diseñadores/as de políticas en torno a los temas de género y los esfuerzos para transversalizar el enfoque de género.
- Garantizar el derecho a información sobre derechos para las mujeres y los hombres en relación con los recursos naturales, así como el derecho a ser informados.
- Integrar la transversalización del enfoque de género en las corrientes educativas formales y no formales.
- Desarrollar mecanismos para premiar las prácticas de género positivas en relación con la gestión del agua para instituciones y ejecutores/as individuales de proyectos e incorporar dichos mecanismos en las evaluaciones de desempeño.
Para poder hacerlo, necesitan:
- Argumentos claros a favor, y casos representativos de, la transversalización del enfoque de género en la gestión del agua en la agricultura.
- Experticia/estudios de caso especialmente adaptados para diseñadores/as de políticas o instancias de decisión.
- Capacitación del personal en elementos clave de las ciencias sociales, a fin de fomentar políticas con enfoque de género (destrezas de recolección de información desglosada por sexo, análisis de conjuntos de datos, y seguimiento).
4. Los investigadores/as y capacitadores/as en temas de agua y agricultura
Los investigadores/as y capacitadores/as deben mínimamente:
- Incluir en todos los casos datos específicos de género y datos desglosados por sexo en todas las disciplinas, los análisis y los hallazgos de los documentos.
- Enriquecer el contenido de género de las disciplinas, mediante la:
- actualización de las ciencias sociales convencionales con estudios de género de última generación;
- actualización de los currículi existente a fin de incluir temas sociales, especialmente en los cursos de capacitación técnica.
- Cerciorarse de que la investigación sea participativa e involucre a todas las partes interesadas, incluyendo a las mujeres, desde el inicio, y reconocer que los hombres y mujeres locales también son especialistas que poseen conocimiento relevante.
- Respetar las dificultades de las mujeres para participar en las reuniones, tomando en cuenta la hora y el lugar más adecuado para ellas.
- Cerciorarse de que el conocimiento del investigador/a no permanezca en el aislamiento, sino que sea compartido con la población local y con quienes diseñan las políticas (adaptado a sus necesidades).
- Trabajar en equipos multidisciplinarios, que incluyan científicos/as sociales y especialistas en género, e intercambiar conocimiento y experticia entre investigadores/as de disciplinas distintas y con ejecutores/as de proyectos.
Para poder hacerlo, necesitan:
- Orientación sobre un conjunto mínimo de datos específicos y desglosados por sexo para los diferentes campos de la ciencia.
- Evaluar las lecciones aprendidas de “proyectos de género” existentes en sus respectivas disciplinas, a fin de identificar las brechas.
5. Los y las especialistas en género
- Concentrarse en revisar las metodologías y herramientas para diferentes públicos, de acuerdo al contexto y a las necesidades de la comunidad.
- En todos los casos, enfocar la situación de la gestión del agua desde el punto de vista del técnico/a en agua para una mejor comunicación, evitando el uso de terminología de género especializada.
- Contribuir a una integración mejorada del enfoque de género en las disciplinas del sector formal e informal, mediante la:
- actualización de las ciencias sociales convencionales con enfoques producto de los últimos estudios de género;
- actualización de la currícula existente a fin de incluir más temas sociales y de género, especialmente en los cursos de capacitación técnica.
- Generar conciencia y sensibilización respecto de la diferencia que puede marcar un buen enfoque de género en la gestión del agua y el crecimiento de la agricultura, así como los peligros inherentes de no transversalizar el enfoque de género en las políticas y decisiones referidas a la gestión del agua y la agricultura.
- Comunicar información, casos, experiencias e investigaciones, utilizando los centros de estudios de género para ello.
- Ofrecer capacitación/construcción de capacidad adaptada a las necesidades específicas de los proyectos e instituciones.
- Sugerir cursos de acción para involucrar a las partes interesadas, sobre el terreno y a diferentes niveles, desde la fase de diseño hasta las de ejecución y evaluación de proyectos.
- Realizar acciones de cabildeo a todos los niveles, a fin de generar el entorno adecuado para una transformación social.
Para hacerlo, necesitarán:
- Recibir la retroalimentación regular de personas no especializadas respecto de la idoneidad de las herramientas y los enfoques y metodologías.
- Revisar las herramientas existentes para hacerlas accesibles a personas no especializadas, adecuándolas y contextualizándolas de acuerdo a las necesidades, usuarios y usos locales (modificando el idioma y los lineamientos como parte de equipos multidisciplinarios y multiculturales).
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